Mito #2: Para bajar de peso hay que hacer dietas muy estrictas de solo proteínas, saltar comidas o aguantar hambre.
El cuerpo humano lleva miles de años evolucionando para sobrevivir. Es una increíble máquina, producto de la adaptación a las dificultades puestas por la naturaleza en el transcurso de nuestra historia.
El metabolismo, por supuesto, no es una excepción a la evolución. Cuando aguantas periodos considerables de hambre, el instinto primario del cuerpo es tornar el metabolismo más lento. Como consecuencia, el cuerpo inicia un proceso de almacenamiento de grasa, ya que la necesita para poder suplir estos periodos en los que no le proporcionas alimento. Se produce, entonces, un efecto rebote de hibernación, según el cual el cuerpo se defiende para garantizar su funcionamiento. Este efecto es completamente contraproducente a nuestro objetivo principal de llegar a un peso ideal quemando grasa. El efecto es incluso más contraproducente si se lleva una vida sedentaria, ya que el metabolismo se torna aún más lento.