Fallar al planear, es planear fallar.

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Fallar al planear, es planear fallar.

Hacer ejercicio siempre ha sido uno de los pilares fundamentales en la vida de ciertas personas las cuales ,al igual que muchas otras, pueden cometer errores y falencias en las metas que se proponen. La disciplina y la determinación son quienes crean un pilar vital para el cumplimiento de cada meta propuesta y reducen de manera significativa dichas falencias y errores.

Cualquier tipo de actividad física va mucho más allá que la simple evolución muscular, ya que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y a superar nuestros límites. Además, nos permite crecer en muchos aspectos y conseguir grandes beneficios en la salud física, mental, emocional y en nuestra autoestima. Es una prueba que cada quien se impone a si mismo, rara vez dependiendo de factores externos. Depende enteramente de ti: si tienes éxito será gracias a tu planeación, esfuerzo y dedicación, porque es imposible que alguien más lo haga por ti. Además, si fracasas nadie más tendrá la culpa, ya que también dependerá enteramente de ti. Existe un sin número de herramientas que te permitirán quitar algunas piedras del camino. Pero recuerda que solo son medios, el fin únicamente lo consigues tú recorriendo el camino.

Te presentamos 10 hechos que todo practicante de actividad física debe tener en cuenta para estar mucho más cerca de sus resultados.

1: La motivación es indispensable, pero pasajera.

Obtener éxito en los resultados no es algo que cualquiera pueda lograr. La actividad física requiere de un sacrificio, el cual va directamente ligado con la motivación que cada quien tenga para hacerlo. ¿El problema? La motivación en la mayoría de los casos dura poco, principalmente en las primeras semanas de entrenamiento. Es allí donde juega un papel importante tener disciplina y determinación, aspectos que se irán forjando con el paso del tiempo y a su vez darán frutos, creando más motivación.

2: Al iniciar, no puedes pedirle a tu cuerpo que te de resultados en tiempo récord, más si nunca antes habías entrenado.

Cuando recién inicias tu actividad física, tu cuerpo debe primero adaptarse y asimilar el nuevo estilo de vida que decidiste tomar. Dale tiempo, nunca digas que no al ir a entrenar, ni mucho menos al principio; eventualmente, empezarás a ver los resultados. Eso sí, marcará una clara diferencia iniciar con el pie derecho: plan nutricional adecuado.

3: Jamás se volverá más fácil, tú te volverás más fuerte.

Siempre hay un nuevo nivel, seas principiante o profesional. Siempre tendrás metas más altas y es importante que las tengas, ya que eso te permitirá seguir adelante y cada día dar lo mejor de ti. ¿Sólo logras hacer una flexión, dominada o te cansas muy rápido? Con el tiempo mejorarás, no porque se vuelva más fácil, sino porque te haces más fuerte.

4: Una meta sin un plan es solo una ilusión.

Entrenas porque sabes que hay una meta donde llegar y un nivel que alcanzar, porque si no se obtuvieran progresos, nadie tendría metas y todo el mundo renunciaría. Sin embargo, para conseguir una meta debes idear un plan y hacer todo lo necesario para ejecutarlo. Un día a la vez, tener claro qué quieres lograr, cómo vas a entrenar, qué grupo muscular vas a fortalecer, qué alimentación vas a emplear, y lo más importante de todo: cuánto tiempo este plan durará.

5: Se consciente de lo fácil que es perderse en el camino y de qué puedes hacer para evitarlo.

Hay una delgada línea entre obtener resultados y disfrutar de ellos, o pasar toda la vida persiguiéndolos; eso depende de tu planeación y estrategia. Recuerda que el cuerpo humano no está diseñado para ser musculoso, está diseñado para sobrevivir. Es una lucha constante entre el estrés que le generas a tu cuerpo con la actividad física, y la defensa y adaptación de él para conseguir los resultados. En pocas palabras: es tu cuerpo contra tu mente, tus planes y su ejecución, tus habilidades y estrategias para conocerte cada vez más y saber qué es lo siguiente a lograr. Es una lucha constante para lograr pasar, de una vez por todas, del dicho al hecho.

Registra tu progreso, lo que comes y tus rutinas. Es la única manera de saber dónde estabas, dónde estás y hacia dónde te diriges. Te ves todos los días al espejo, y quizás para tu percepción los cambios no estén allí; pero si registras con fotos y datos tu progreso podrás visualizarlo con claridad. O quizás no, pero lo importante es que te darás cuenta si es efectivo lo que estas haciendo o si no es efectivo para remediarlo inmediatamente.

6: Es bueno sentir admiración e inspiración hacia figuras públicas, pero no intentes imitarlos.

¿Sabes cuál es el la clave del éxito de ese personaje famoso que posee el cuerpo que siempre quisiste tener? Más allá de su disciplina para lograrlo, es el hecho de que fueron capaces de conocerse a ellos mismos y saber que es lo que necesitaban específicamente para cumplir sus metas. Debes tener algo claro: tú no eres él o ella, cada persona es diferente en todos los aspectos, y las cosas que funcionan para algunas personas probablemente en otras no surtan el mismo efecto. La clave está en saber, con la mayor exactitud posible, qué es lo que necesitas, tu planeación propia y única de macros y las formas de entrenar más efectivas para ti. Si logras conocerte a ti mismo y tenerlo claro, estarás iniciando con el pie derecho y estarás mucho más cerca de cumplir tus metas.

Así que permítete tener modelos de inspiración, pero no te compares con ellos ni trates de imitarlos, no funcionará.

7: Los resultados se construyen día a día, pero la lucha se puede poner difícil. Y lo hará.

Tienes el plan y la motivación, disciplina y determinación necesarias para cumplirlo. Sin embargo, el reto es mantener dichos recursos todos los días. Durante los 60 o 90 días que dura tu programa físico pueden presentarse muchas situaciones, desde cambios de humor, problemas y eventualidades externas hasta simple pereza. Son cosas que a todos nos suceden, y tú no serás la excepción, así que debes aprender a sobreponerte ante estas eventualidades y siempre decir que sí al entreno. Recuerda, solo se trata de un día malo, no de una vida mala, de ahí la importancia de tener un plan. Mantente siempre enfocado y sigue tu plan, te aseguro que valdrá la pena y te sentirás mucho mejor después de entrenar.

8: Aprende a conocer las señales de tu cuerpo y a interpretarlas correctamente.

Conoce tu cuerpo. Si estás enfermo o lesionado, pausa por unos días tu actividad física; es mejor evitar lesiones más serias. Al igual, si estas entrenando y sientes reacciones desfavorables en tu cuerpo, para inmediatamente y replantea tu plan de rutina.

9: Cambia tu rutina y alimentación cada 3 meses para evitar el estancamiento.

Constantemente debes reinventarte, ya que siempre hay un nuevo nivel esperando y cada vez que lo alcanzas lo haces con todos sus beneficios y en todos los aspectos. Sin embargo, con un nuevo nivel vienen tanto nuevos retos en tu rutina como necesidades en tu alimentación. Evita estancarte, mantente siempre informado y desarrolla tus planes futuros, el conocimiento es vital para dichos planes.

10: Recuerda: Eres lo que comes, la alimentación juega en el 70% de los resultados.

Sin la alimentación adecuada olvídate de los resultados esperados. El ejercicio es la parte recreativa, el verdadero desafío está en el correcto conocimiento de macros y el efectivo consumo de los mismos, día tras día. Esto será lo que te diferenciará de los demás y tus resultados, en definitiva, hablarán por ti.

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